Deja que te busque
en la negrura que vive
en la soledad que no muere
y en los doseles
que decoran la entrada
que abro para recibir
la luz de tus ojos.
Deja que te guíe
en la cumbre del sueño
desde donde te veo
siguiendo mis sendas
que cernidas están
con las hojas
que dejan mis bosques
y te indiquen la senda olvidada.
Deja que te vea
en la llanura del cielo,
desde donde fijo mis ojos
al mirar tu presencia
y se extasíen
con el vigoroso clamor
que tu vida
entrega en la mía.
Deja que atice
este fuego sediento
que resplandece
en el fondo de la esfera
con la luz del deseo
que se guarda en la espera
e incinere en su centro
el sueño doliente.
Deja que te ame
y te entregue mis besos
con los decoros que guardo
en el fondo del sueño
para ensamblarlos
en la quimera dormida,
que habita en la certeza
que por tu vida florece.
Deja que libere
las aguas que en mi pecho
se agolpan
y que drenen mis ojos
esas nostalgias
que amargan
y que suspire tu amor
por los poros del alma
que en el silencio
por tu ausencia se ahogan.
Laura Gil
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Muchas gracias por tu tiempo, saludos cordiales.