lunes, 26 de octubre de 2015

CAUSAS PRESCRITAS





Todo tiene su tiempo en la existencia
reposan a fuego lento las bondades
 los empeños sin temores ni tropiezos
que nos permiten avanzar en el camino.

La duda  nos lleva a una caída infinita 
que envuelve el trasegar entre cadenas
en una espesa telaraña indescifrable
que disuelve los anhelos en la arena.

La temporalidad pasa y nos moja 
como una brisa ligera que se aleja
como la amarga caricia que abraza
como gota que se funde en el océano.

Todo termita en la cornisa de los sueños
quedan aquellas causas que prescritas
mueren en un respiro interminable
que entrega el alma a una eterna agonía.

Nada llega y se va en el tiempo preciso
se llenan los vacíos en las esperas vencidas
los anhelos de las pesadillas no habitan
en la lumbre de las viejas primaveras.

¿Será que el tiempo recoge a su paso
los frutos que el dolor siembra en el ser
y los depura en la urgente exhalación
 que entrega la carne al sueño que lo alivia?

Laura Gil