lunes, 29 de septiembre de 2014

ENTRE EL DOLOR Y EL OLVIDO



En los rincones de la esfera se crea
el sentimiento que entrega la palabra,
que resuena como un eco indolente 
y descarga en el alma un golpe seco.

En esa cámara sonora del silencio
se reflejan los paisajes inconclusos,
aquellas distorsiones de la idea
donde nace la tristeza de esta vida.

Desde allí se observa cadencioso 
el crepúsculo del alma en su declive,
desde donde observo silenciosa
en el mutismo que me apresa.

En la sombra que guarda la amargura
veo el recuerdo intangible y tan lejano
con el dolor de amar que me abraza
y me dice que se ha ido y no vuelve.

Laura Gil




TE BUSQUÉ




Te busqué entre mis abismos
entre mis rimas y elegías
entre el cantos de mis coplas
y en el silencio de mis noches.

Te busqué entre los ausentes
entre la gente invisible
en las sendas olvidadas
y en los rincones del sueño. 

Te busqué en mis ilusiones 
en las soledades sombrías
en las frías noches con luna
y en el resplandor del cielo.

Te busqué entre mis recuerdos
en las visiones de la aurora
entre el mar y sus riberas
y entre la brisa y el viento.

Buscándote tanto tiempo,
hasta que al fin me di cuenta
que estuviste toda mi vida
fundido en el alma mía,
que eras parte de mis días
y que contigo vivía. 

Laura Gil 


Laura Gil 






domingo, 28 de septiembre de 2014

EN LAS ENTRAÑAS DEL SILENCIO



Qué estrecho resulta el camino que conduce
a las travesías de mi alma solitaria,
para drenar el rastrojal que se bifurca
en las entrañas del silencio que me ahorca.

No llegan a mí las auroras delirantes
que depongan las ilusiones a mi estrado,
ni los acentos entonados con decoro
que me revelen las verdades encubiertas.

Al acaso  se van dejando las quimeras
que en nuestras almas en cautiverio han vivido
¡Oh, avecilla dame el sabor de las frambuesas
Ven, cédeme los néctares en tu vocablo.

No dejes callar las noches florecidas
ven a abatirte en los aromas vespertinos
de esta tu aurora enamorada que te anhela
ven y solfea en el susurro de tu holgura.

Ven y acógeme en los lamentos de mi luna
dame la lisonja que entrega tu respiro
no me claves más, esa daga en mis entrañas
que padezco prendida al vilo del descuido.

Eres del cielo céreo, el astro en su lienzo
¡Oh, sol mío!  ven, e ilumina mis retinas,
con la confianza que desbordas en tus cantos
que sepultan nuestros silencios en las sombras.

Canta las romanzas en el palco de mi alma
con ese mágico fulgor de tu mirada,
abre las mirillas adustas que te cubren
y dame el sugestivo lirismo en tus versos.

Laura Gil





sábado, 27 de septiembre de 2014

ENTRE LOS DEDOS




Este río bruñido que brota de mi alma
converge en el espíritu de tu abismo 
más allá de las montañas de mi valle,
se asoma el espejo que enlaza horizontes.

Una dicha incorpórea me enaltece 

en las orillas diáfanas que discurren
entre los dedos del aire y sus riberas, 
y en las brisas que acarician mis laderas.

No lograré jamás posarme en las yemas

de tu corpórea existencia, pero más allá
de la intangibilidad de los designios
nos guía una hada que alumbra los anhelos.

Con el hachón del alma segaré barreras

y surcaré los espacios circundantes,
de la inmortal ausencia que gravita
en la atmósfera que sin ti se rompe .

Por eso, en esta noche con las hiladas 

de mi suspiro alboreado, abrigaré
tu pecho adormecido, estarás aún distante
 en el escudo protector de mi respiro.

Estarás en el espejismo apacible
y en el embeleso vivo de mi sangre,
 alucinaré de cerca a tu almohada
y nunca más cerraré mis pestañas añadas. 

Laura Gil


viernes, 26 de septiembre de 2014

TENGO CONTIGO



Tengo sed de tus palabras 
de los aires que respiras,
de esas alas que me ungen
con las brisas de sus besos.

Tengo ansías de tus cantos
que llegan en las mañanas
en el trinar de las calandrias 
con el murmullo del viento.

Tengo anhelo de tus versos
de esos embelesos dulces
que entregan las armonías 
con el bemol de tu alma.

Tengo afán de tu cayado
que sostenga mis pesares
que me auxilie en la tiniebla
del camino trasegado.

Laura Gil









jueves, 25 de septiembre de 2014

CORAZÓN DE TRIGO



He nacido mujer
si, mujer sensible
 con piernas cortas 
y andares ligeros
con corazón de trigo
 y ojos de río,
por donde corren
manantiales azules
 que la tristeza provoca
y la alegría desboca
con un alma que vive
 condenas ajenas
y que no muere
 por sus propias penas
con sinsabores amargos
y con agridulces sabores,
con delirios secretos
y amores eternos,
con su sexo a cuestas
que con orgullo defiende,
con un corazón fuerte 
que de amor se dobla
y que siempre tiene
su mano extendida
para entregarla
a quien su alma arrulla
 en el tibio trigal
de su propia estirpe.

Laura Gil 


miércoles, 24 de septiembre de 2014

EN MIS RECUERDOS



Se van desvaneciendo los anhelos 
de las manos ávidas y suaves,
los sueños bordados en la aurora
y los caminos trasegados.

Taciturna me refugio en el silencio
allí donde el dolor se duerme
en la inmersión de los olvidos 
donde emerge el navío del recuerdo.

Mi alma te seguirá sedienta 
como mariposa danzante
besará tus sueños encendidos 
de cerca a la alborada de tu boca.

Me guardaré triste y temerosa,
entregada en la noche eclipsada
de tu alma amatista que aún ama
en el vértice sombrío que se cierra.

Sepultaré aquello que nos ciega
vivirán los olvidos que avivaron,
solo será una historia sangrante
de la cruzada lacerante de la vida.

Dormiré en el silencio de la sombra
me anegaré en el lago del recuerdo
que en sus aguas trae los anhelos
y endulza con la vid de los consuelos.

Te amaré en mis recuerdos claroscuros
en los sueños lucidos que no olvido,
en los silencios que de ti me hablan
y en la luna llena que por ti suspira.


Laura Gil


ENTRE LOS CIELOS





En el cielo gris navego 
entre su insondable holgura,
no vislumbro mi estrella 
ni mi diana en su espesura,

Una manta de algodones 
me envuelve entre sus manojos,
y en su densidad me lleva
en este espacio de abrojos.

Que me traigan los consuelos
invoco a los querubines,
no más dolor en mis venas
ni más hiedra en mis jardines.

Que se pierda en su blancura
y en el cristal de sus lluvias
mis penas y la amargura
en el albor de su luna.

La vida no merma tiempo
para que mi aflicción se estanque
el abismo no da espacio
para que mi pena se estanque.

Un frío congela mi alma
en el aire y la tiniebla
tantos temores me azotan
que hasta la médula tiembla.

Se ciñe en la entraña 
un duro espaldar de espinas,
y mis penas entre aceros
me empantanan mis retinas.


Laura Gil


lunes, 22 de septiembre de 2014

SIN CERROJOS



Las ilusiones atraviesan horizontes
abriendo pisadaa con sus breñas
socavando la hiedra que se fija
en los rincones y vértices del alma.

No hay portones ni cerrojos imposibles
que la constancia no arrase en su estampida
con la aspersión de los empeños aguerridos
y las cascadas de los sueños y su fuerza.

No existen vestigios, ni migajas en el tiempo
desperdigadas en la arena del camino
que  permitan desplegar el recorrido
y enmendar errores de la senda recorrida.

Laura Gil 






domingo, 21 de septiembre de 2014

NO TEMAS... AMOR MÍO







En la almibara corriente
llega una brisa grácil,
que evoca una extraña sensación
en medio del cristal traslucido
que permea los anhelos
y se produce en mi alma
un éxtasis profundo.

Se despide la nostalgia
que vaga solitaria
en la penumbra de la noche
y no se albergan más
los temores que escinden,
ni la promesa que está en vela
en la sombra del silencio.

Llega un arpegio exquisito
que me trae un mensajero azul
quien entre cantos celestiales
habla de un amor eterno,
más allá de la inmensa
orbe donde están
las ánforas risueñas
entonces, mi noche se ilumina
y renace en su tesón
mi alma y corazón.

Resurge entre las fosas
perdidas de la sombra
donde mueren los encantos
un Ángel silencioso,
de cara a la aurora
con un brillo refulgente
entre el sol de la penumbra
que me llama y me dice:
¡Eres mi sueño,
no temas amor mío!

Laura Gil





sábado, 20 de septiembre de 2014

MÁS ALLÁ DEL OLVIDO




Nuestro amor se glorifica
en los suspiros del silencio,
más allá de los caminos
que van forjando el tiempo,
donde la vida enarbola
el laurel de la victoria,
entre los siete mares
que bañan los recuerdos.

Quiero vivir contigo
en este amor celeste,
que propaga esta vida
en el camino sensitivo,
que crepita melodioso
en el laberinto escondido,
que conduce al paraíso
de las ilusiones permisivas.

He de amarte más allá
de los ríos del olvido,
donde se represa el caudal
de los sueños que discurren,
con el almíbar que calma
la amargura de la ausencia,
y extasiarme hasta morir
con el baño de tus aguas.

Deseo amarte sin recato
en las miradas de la aurora,
para tenerte en mis anhelos
con el cobijo florecido,
en las mañanas de invierno
regocijarme con el sueño,
de creer que estás cercano
que no eres ausencia.

Anhelo tenerte en mis ojos 
en el horizonte que te guarda,
que abre mi mente airosa
con las ansias vespertinas,
para bañarte en los mares
de mi recuerdo cristalino,
esconderte sin perderte
en los arrecifes del recuerdo.

Laura Gil 






jueves, 18 de septiembre de 2014

TE HE AMADO



Te he amado en el calor de mi hoguera
que alumbra las tinieblas de la ausencia,
que bordea en las chispas de su fuego,
los lienzos acabados de tu rostro.

Cuántas veces mi amor te he amado, 
en el reflejo de la copa que rebosa,
con el dulce vino de la espera 
y el pan que entrega tu presencia.

Resuenan campanas en mis glorias
que anuncian la llegada de tu tiempo,
en la terminal apacible del instante,
cuando alumbre tu vida en mi remanso.

Te he escuchado en los timbales de acero
que avivan los minutos que seducen
y señalan que el espacio se reduce
para advertirte sonoro y desmedido.

He visto el arbusto frondoso de tus hojas
en los ramajes que acercan los aromas
y cubren la sombra de tu eclipse
con el lustre oropel que te dibuja.

Te imagino jubiloso y expectante
inacabado en tus silencios en las dudas
que descifra la mirada que me busca
en el esbozo acompasado de la sombra.

Laura Gil 




miércoles, 17 de septiembre de 2014

El MATIZ DEL TIEMPO


Olfateo mi tiempo
donde circula el aire,
que descansa y engrosa
el respiro invisible,
que mi vida se lleva
y sustrae el instante
que me suma más años
y me resta el aliento.

Respiro la brisa 
que recorre mis venas,
desde donde percibo
la sustancia perdida,
en el viento que alimenta
las hiladas del sueño,
y me hurta la savia;
que se marchita en silencio.
  
Albergo en mí el frío 
que incorpóreo avanza,
que se enreda en mis poros
y diseca mi dermis,
me despoja del vino
que añejarlo quisiera,
para saborearlo eterno
sin que oxide mi vida. 

Laura Gil



lunes, 15 de septiembre de 2014

MADERO -A MI PADRE



Esta apacible sensación que vierte
el viento en la cima del recuerdo
una caricia de  paz crepita 
en la chimenea de mis sueños.

Noches infinitas de nostalgias
enmudecen con las notas del silencio
que traen los recuerdos que reviven
la infancia adormecida.

Tantas ilusiones ya vencidas
otras bien vivida y guardadas
calientan el recuerdo en mi memoria,
de la banca de madera en que yacía.

Su rostro inolvidable hoy ya frío
inerte en la sombra taciturna 
llega transparente y cristalino
acariciando mi tez en la pureza.

Con dulzura abrigó mi niñez
esculpiendo el anhelo en compañía 
mañanas tempranas del recuerdo
imborrable momento que abrigo.

Laura Gil 




domingo, 14 de septiembre de 2014

UNIDOS DE LAS MANOS



Ganamos el fruto que alimenta el alma,
aquella simiente que entregó esta vida 
con el nuevo hormento en el transitado
crepúsculo, matizado y estridente.

Que vertió un camino de quimeras
en las plegarias sonrientes del recuerdo
que nos aman y nos llaman
a un mundo boreal de sentimientos.

Vamos transitando en la noche alegre
unidos de las manos aún lejanos 
perdidos en nosotros  fundidos en la espera 
hasta que el alba nos sorprenda.

Alegre, sensitiva, cercana y tan lejana.
entonces, me preguntas ¿Dónde, cuándo?
Todo a su tiempo en su momento
cuando despiertes y me digas, ¡ya te fuiste!

Laura Gil 




martes, 9 de septiembre de 2014

LA ENTREGA DEL TIEMPO



Se asoma el atardecer a mi alma y entre sus matices centellea una sombra que emerge airosa entre las nubes sonrojadas de la tarde. Caen las hojas que ciñe el verso en la exquisitez de la memoria, una gran sensación inunda mi ser y los recuerdos se desgranan como cristales en un pergamino blanco que se irrumpe cuando llega la presencia de la efigie y el deseo permanente de tenerla en las quimeras infinitas del espacio; quiero habitar el tabernáculo de su alma, inundar su espíritu de la avidez que habita en el atardecer de esta vida, que perfila la entrega de una noche bordada en el lienzo mágico del ensueño.

Esta vida es como el día en sus matices, como la noche en sus sombras, como los amaneceres resplandecientes  y como los atardeceres cobrizos en su declive. Se ilumina el alma cuando el amor despunta en el alba, ensombrece la vida cuando se sumerge el amor en la tarde matizada, delegándonos en la oscuridad del vacío, ese vacante espacio que fuera ocupado por ese sol refulgente, que llenó de brillo nuestros amaneceres, pero todo pasa como el día acaba, todo se mece en el vaivén del tiempo, en el tren que deja y recoge los instantes a su paso y nos apea en la estación que nos entrega el tiempo en cada instante.

Esta vida se debate entre las luces y las sombras, entre el espejismo mágico de lo efímero y la sensatez callada de lo estable.  
Brillan las sombras con ese destello que obnubila la luz de la razón, amo mi sensatez callada y también mi espejismo mágico.

Ese espejismo que me entrega las imágenes de un nuevo amanecer en medio del crepúsculo acabado, un airecito de respiro vaga en el insondable espacio de mis pleuras que se ensanchan a su paso y lo revitalizan con ese oxigeno dorado de la aurora; un viento tibio descarga un beso en las orillas de mi alma y un suspiro me roba el misticismo del momento vivido en esta estación atemporal.


Este delirio arropa mi cordura entregándome una inesperada exquisitez que me envuelve en la dulzura de las gotas guardadas de esta ilusión callada; sigo prendida en este develado instante que desvela mi pensamiento nocturnal y resplandece con el luto de la sombra. 
La decisión de bajarme en esta estación bajo la luz de este destello sombrío me envuelve en el circulo del destino que recorrer quisiera, pero llegan las dudas que entrega el fruto agridulce al paladar sediento y se acrecienta la sed que ahoga.


He de continuar mi viaje, seguir de largo en la parada de la estación urgente del deseo sombrío de esta tarde, el tren seguirá su marcha y nunca sabré lo que pudo acontecer si me hubiera bajado, me privaré de vivir lo no vivido y de entregar el alma en el suspiro del instante ofrecido por ese boleto ensombrecido.

Laura Gil






domingo, 7 de septiembre de 2014

EL CONTORNO DE LA SOMBRA



Solo puedo mirar el matiz
de tus palabras las notas de guitarra
que entonan las amargas armonías
al son de los acordes del olvido.

La primavera se disuelve,
impasible en el espacio que congela
 en el etéreo espacio del vacío
donde vivía antes de tenerte.

Ahora inquiero a mis recuerdos
 en tus palabras y ya no eres,
nunca fuiste, ni estuvo la noche
en los contornos de tu sombra.

Laura Gil 






viernes, 5 de septiembre de 2014

SUSPIROS DE LA RAZÓN



Esta vida respira tiempo
en cada despliegue del camino
en la alegría del momento
que discurre en el hálito vivido,
en el instante en que se prende
el sentimiento a la razón. 

Pregunta la silenciosa sensatez
que vierte un respiro en soledad 
¿A dónde vas?
y no hay respuesta sencilla
que cubra con buen sentido 
 la obstinación llena de razón.

La duda ensombrece la certeza
para encontrar la verdad,
pero aun así, no escuchamos
el discernimiento que nos entrega
la luz y nos empeñamos
en continuar sin atender a la intuición. 

Transitamos el camino 
por la absurda obstinación,
que oscurece nuestro juicio
 bajo la sombra de la fascinación
decidimos sin presencia de la razón.

Laura Gil