El
amor se fructifica y vence
llega imperceptible en la luz del mundo
en el sueño de la reminiscencia
a
media tarde en el silencio.
Se
siente en la inmensidad del tiempo
en
la avenida que se acerca
sin medidas, distancias, ni resguardos
sin
principio, ni final, sin espacios.
Se
franquea entre borrascas y ciclones
se
llama en el grito que sin eco
navega en la oscuridad de la nube
y retoña en la tierra sin principios.
Se
observa en el espejo sin imagen
responde en el llamado sin voz,
se
percibe en el viento que calla
y
enceguece en el día sin sol.
El
amor alumbra en medio de la luna
habita en el sueño que duerme,
en
la ensoñación que tanto desvela
navega
en los siete mares del alma.
El
amor no llega cuando se busca,
se crea en el viento que acaricia
en esa tenue brisa que no avisa
se presenta en la soledad que acompaña.
El
amor vive en la atmósfera de la ilusión
el
amor se desea y se quiere
aunque
el alma muera de dolor y pena
y
la pena olvide que el amor no muere.
Laura Gil.