Me pregunto:
¿Por qué se sienten
más tristezas que alegrías?
¿De dónde un silencio
que no escucha las palabras?
Un vacío que las devora
en el trayecto de la vida
y las confina al destierro.
¿Por qué el tiempo
se acaba y no alcanza?
Nos diluye la vida en su respiro
se va sin dejar que se terminen
todos los pendientes
y se expresen todos los te quiero.
¿Por qué existen esperanzas diluidas
en los desvelos corroídos,
de tantas noches vacías
que arrebatan los
sueños a la espera
y amordazan los orgasmos
de la sombra con la luz?
¿Por qué existen amores
que nunca llegaron?
¿Por qué llegan candores disfrazados,
que bien pronto se marchan
para dejarnos la hiel entre un beso
y un tatuaje en la candidez de la piel?
¿Por qué vivimos
esperas llenas de ausencia
y soledades...
arropadas de presencia?
Inmersos en el ocio del vacío
perdidos en una mirada horizontal,
virtualidad que nos somete
al despojo del contacto.
¿Por qué se espera de otros,
si sabemos que no existe completud
fuera de nosotros?
Es necesario comprender que ni es,
ni será de ellos nuestro ser,
somos la causa de nuestro llanto,
y del abismo que se adentra en el sentir.
¿Por qué creemos en promesas
si somos seres imperfectos,
incompletos y auditivos vampiros
en cuevas de egos clandestinos
succionando sangre de luz
para el propio placer
en la perfidia del dolor?
¿Porque esperamos gratitud
si somos piel de olvido,
traidores esperando escapar
de nuestra propia integridad?
Infieles a nosotros
somos sudor en otros cuerpos
y besos en los labios del perjurio.
¿Por qué unos indigestan de miseria
y a otros el hambre los devora,
calaveras con anorexia cerebral
y bulimia de mentiras,
con las promesas por el poder
para olvidar al elector?
¿Por qué en el corazón
existen las distancias
vertidas en pergaminos de ocasión
si existimos mientras resistimos
un amor insatisfecho
que nos planta un hongo venenoso?
¿Por qué hay niños padeciendo
por la indiferencia de sus padres
que multiplican ciclos de violencia,
para un mundo que transita
en la anoxia del respiro
y muere en el germen del silencio?
!Aún así,
hay más personas buenas
que lo justo quieren!
Pero duele más...
lo que hacen los que son menos,
si nos esforzáramos
para remediar lo que nos daña,
más de lo bueno y justo
el mundo tendría de los buenos.
Laura Gil