Arrojados al mundo sin consulta,
¿quién ha dicho algo en desafío?
acaso el niño el pequeño o la joven
vienen al mundo ¡Oh Dios mío!
Si pudiera un instante en su destino
cubrirles su regazo de algodones
disculpar tan grave desatino
de tenerlos a estrujones.
Van y vienen niños sin doliente
aquellos que padecen en silencio
la barbarie de un mundo indolente
que brota la semilla del desprecio.
Sufren a escondidas por su vida
el dolor de las heridas en su cuerpo
por las minas de muerte que afloran
y los deja desde niños mutilados.
Otros niños padecen por que viven
con desgracia el olvido del andén
ya no lloran porque el hambre
enjugó sus cristales de raigambre.
Hay quienes en su origen ascendente
por ser su padre el mísero verdugo
se cubren de una suerte indecente
y terminan de un tajo con su yugo.
Hay chiquillos que sufren la lujuria
del adulto depravado que perturba
el templo sagrado de la infancia
con abusos y ultrajes los enturbia.
Hay otros por su vida no nacida
los cortan despiadados a pedazos
cubren su desgracia aparecida
y desechan la semilla de su fruto.
Darles amor no quita gallardía
se convida al mundo a la armonía
y al joven lo llenan de empatía
con todo aquel que ayer se lo debía.
Que nuestros niños no padezcan
festejemos sus risas y hermosuras
la sociedad añora un futuro lleno
de esperanzas y travesuras.
Los niños son retoños de la patria,
tuyos y míos son todos nos reclaman,
solo para ellos es mi letanía
dignidad y amor a manos llenas.
Laura Gil
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