En la oscuridad que inquieta
resuenann las gotas
que discurren en el alma
al compás del tiempo.
Un nudo se atora en el pecho
respiro infalible de olvido
surgen los hechos erráticos
que acarician unas lágrimas.
En el murmullo de la noche ,
escucho la voz de la bitácora
con el destino que persiste,
tener tu vida en mi estación.
Tu brújula te guía al abismo,
cuando se pierde la razón
y entrega el libre albedrío
al llano del antojo prohibido.
Suspendida por un instante
siento el aire que se corta
entre las saetas del reloj
y reclamo el juramento.
Eres canto de traición,
lujuria entre dedos de gasto,
inquietud de inmadura vejez,
un olvid en sábanas negras.
Laura Gil.