Enjuaga mis deseos con rocíos
desata el ahogo de mi pecho,
por
quererte como te quiero
y no
tenerte como anhelo.
Arcángel
de mis sueños
prodígame
entre tus desvelos
el
sabor almíbar de tus caricias
con
el azúcar de tus duraznos.
Elévame
hasta el infinito
consuma mis fantasías
envuélvete
en el níveo de mi velo
has del amor una ecuación perfecta.
Laura Gil
Los efluvios del alba diluida
ResponderEliminarque a tus afanes atavían,
efímeros y evaporados parecían,
mas tienen refulgente guarida
en tu alma gestando sueños,
dejando la gollería en tu boca
de frutos que te trocan loca
de amor... por los empeños
del amante y fiel guardián,
porque sus alas te darán
la fe y el amor en caricias
que perpetuos permanecerán
por la paz que le propicias...
Gracias por leer y comentar. Un saludo
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