miércoles, 6 de octubre de 2021

NOSTALGIA



Aquella noche susurró el silencio
me cubrió la sombra en sus abrojos
con un jardín de ecos envolventes
que destilaron la nostalgia.

Llegaron adormecidos los recuerdos
y el olvido que tenía bien guardado
volvieron los temores y las penas, 
fui vacío en el crepúsculo del alma.

No hubo amor en esa historia,
florecieron los cactus con espinas
fui ahogo con cansacio en la colina
una noche sin estrellas en su cuna.

La oscuridad apareció sonriente
con luz en el menguante de su cuarto
con su encanto blanco y perfecto
y se diluyó la nostalgia de mi vida. 

Volvió mi voz y los versos florecieron
fui un oasis de luz en mi desierto,
se alumbraron las quimeras
 y la ilusión destelló en la alborada.

Hubo en mí, un mágico alunizaje
un destello inmaculado y sensitivo
con la esperanza de cara a la sombra
y encantos en sus maculas de nácar.

Hallé el amor en cada madrugada
en cada rocío un beso en las rosas
fui néctar de aroma en las palabras,
y un vergel de paz en mi sonrisa.

Laura Gil. 










AMALGAMAS



Se amalgama este amor en el espíritu 
se funde entre los huesos y la carne
 arranca los pliegues del deseo
con el tesón que nubla los sentidos.

Te fundes dentro a escondidas en mi ser
penetras los rincones de mi piel
te instales como un huésped inquieto 
que calla y duerme silencioso.


Laura Gil

ENTREGA


Mi alma se reinventa en soledad 
en la ausencia de un respiro al oído 
 este silencio que palpita despacio
en una isla con la piel a mar abierto. 

Cuánto diera por olvidar aquella tarde 
en que la verdad fue limón sobre los ojos
 cuando gotas de hiel me cubrieron 
y la desesperanza despuntara en mi sol.

La desolación entre rosales fue el rocío 
entre las montañas con su rayo tenue
 cuando la ilusión fue presa de la traición 
y palpitante se envolvió en su crisol.


Laura Gil


JÚBILO




¡Qué jubilo era tenerte!
en las incandescencias
de mis esmeradas pupilas,
en los días de primavera
en la madrugada primera,
en que te vi y te amé
sin recato en mi alameda.

Entonces fuiste mi príncipe
mi eterno enamorado
el dueño de mis desvelos en verano,
mi sueño y prisionero
el incasable luchador de mis desvelos
mi motivo en esta espera 
que de soledad llovía.


Laura Gil


SIN VERTE






He de morir sin verte
solitaria en transición
en la frialdad de la suerte
que se lleva las palabras
que te entregué
en la ventana de los versos.

No habrá tiempo
para tenernos uno al otro
se vaciará tu pecho
de las querencias entregadas
y se llenarán tus pupilas
de las caricias anheladas
aquellas que nunca
mis sueños recibieron
los que sin tus roces
en ayuno se durmieron. 

He de llevarme tu imagen
a mi fosa
he de partir primero
aún sin verte
no has de llorar mi ausencia
ya era tuya
no has de añorar los besos
guardados se quedaron.

La nostalgia rondará
el espacio en las horas
y estaré en cada habitáculo
de la añoranza que me inunda
pero tu piel enardecida
 se cubrirá de gozo
en memoria de tantas alegrías
que sin duda nos guardamos. 

Laura Gil




PARA DISFRUTARTE






Eres mi manjar mi dulce de coco
mi exquisito antojo
mi chocolate con maní
el enmelado de frutos con cerezas
de caricias envolventes.

Eres el confeti que me alimenta
en los aires circundantes
para disfrutarte poco a poco,
mi fresco confite de menta.

Eres mi objetivo selectivo
que se disfruta en los mares
del gourmet eterno en samovares
con el banquete de alegrías. 

Laura Gil


RAMAJES



Las reminiscencias vibran
en cada ángulo obtuso del vacío
navegamos en una nave sin un norte
que olvidó su brújula en el muelle.

La soledad destila en mis entrañas
con la sangre que se diseca poco a poco,
todo vive en el instante en que el recuerdo
 se congela con dolor en la memoria.

La angustia muerde la paz 
arranca entre suspiros penitencias
se resiste a aceptar que no es posible
seguir en la alborada a la espera. 

¿No sabes acaso alma mía
que todo lo que anhelas,
no es del cielo lluvia de bondades?
 La tristeza de la mano de la suerte
cae del cenit con el granizo del olvido. 

Laura Gil



MOTIVO



En la estrella del alma mía
cae la nieve en su nocturno
con el silencio profundo
de la sombra en lozanía, 
te llamo amor de mis días
y te veo cual ángel divino
que se arrulla en mi regazo
y me acaricia con el viento
en estas noches solas
en estos momentos tristes.

Te invoco en la flor de mis labios
te sueño en las sombras santas
confidente de mis delicias
auditorio de mis palabras
dime pues ángel guardián
a quién escolta tu alma
en el tornado de los sueños
que ayer guardaban a los míos.

Hoy vengo a confesarte
que el olvido no es motivo
para dejar de quererte
para orar en silencio
las voces cortaron los sesgos
y el amor los unió con besos
esos que nunca nos dimos
aquellos que siempre soñamos.


Laura Gil