domingo, 28 de septiembre de 2014

EN LAS ENTRAÑAS DEL SILENCIO



Qué estrecho resulta el camino que conduce
a las travesías de mi alma solitaria,
para drenar el rastrojal que se bifurca
en las entrañas del silencio que me ahorca.

No llegan a mí las auroras delirantes
que depongan las ilusiones a mi estrado,
ni los acentos entonados con decoro
que me revelen las verdades encubiertas.

Al acaso  se van dejando las quimeras
que en nuestras almas en cautiverio han vivido
¡Oh, avecilla dame el sabor de las frambuesas
Ven, cédeme los néctares en tu vocablo.

No dejes callar las noches florecidas
ven a abatirte en los aromas vespertinos
de esta tu aurora enamorada que te anhela
ven y solfea en el susurro de tu holgura.

Ven y acógeme en los lamentos de mi luna
dame la lisonja que entrega tu respiro
no me claves más, esa daga en mis entrañas
que padezco prendida al vilo del descuido.

Eres del cielo céreo, el astro en su lienzo
¡Oh, sol mío!  ven, e ilumina mis retinas,
con la confianza que desbordas en tus cantos
que sepultan nuestros silencios en las sombras.

Canta las romanzas en el palco de mi alma
con ese mágico fulgor de tu mirada,
abre las mirillas adustas que te cubren
y dame el sugestivo lirismo en tus versos.

Laura Gil





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