En el apacible hálito de la oscuridad llegas,
con el cristalino refulgente de tus ojos
a las playas de mi silencio melodioso
y en esa penumbra te levantas en el viento
y te amo en ese abrazo del poniente.
Besas mi cabello con tus besos ¡Ay tus besos!
que avivan el recóndito amor en mis sentidos
y te fundes dentro como un fuego eterno
donde arden mis confianzas e ilusiones
en las extensas llanuras de mi espíritu.
que avivan el recóndito amor en mis sentidos
y te fundes dentro como un fuego eterno
donde arden mis confianzas e ilusiones
en las extensas llanuras de mi espíritu.
En las antorchas que iluminan los afectos
más allá de la enorme y prófuga quimera
fenecemos en los trigales de los sueños
que se mecen al compás de los latidos
de dos almas, un espíritu y un cuerpo.
más allá de la enorme y prófuga quimera
fenecemos en los trigales de los sueños
que se mecen al compás de los latidos
de dos almas, un espíritu y un cuerpo.
Laura Gil
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por tu tiempo, saludos cordiales.