DESNUDANDO EL ALMA
Con
la dulzura que mueve mi alma, con el entusiasmo que envuelve mis ilusiones, me
dirijo a ti en estas sencillas y sinceras líneas, para decirte que desde el día
te implantaste en mi alma soy una mujer que vive y vibra por ti, podrás pensar
que obedece a la alucinación de una atracción que irrumpe frente a lo
desconocido para desentrañar los misterios que contienen tu alma y que se
ha reconfortado en la incontrolable
complacencia de amar, innegable es, la mutua atracción emocional que circunda
nuestras almas con un amor que supera los pronósticos del tiempo y distancia.
Todas
tus manifestaciones de amor son sublimes desde la sonora resonancia de tu voz
tan dulce en la brevedad de las aceleradas pulsaciones que provocas a mi
corazón entusiasmado, cuando eres conciso y certero en la constante acústica de
mis pensamientos, como un canto de arrullos que enaltecen mi sediento espíritu,
hasta cuando me escribes de manera desbordada y puedes expresarte con las
abundantes palabras que tu voz se guarda, todo ha sido sencillo e inexplicable,
arrollador y envolvente, hemos edificado
un proyecto de vida y seguimos
firmes en esa misión.
Sé
que tal vez esta misiva no colme tus expectativas frente a tus abnegadas
epístolas románticas o tal vez no respondan en lo más mínimo a tus letradas
entregas, aún así están escritas con toda la disposición de mi ser.
¿Pero
cómo expresarme de otra forma si no es precisamente desnudando el alma para
expresar lo que siento, vivo y pienso?
Bien sabes que te amo de una singular manera, con la rebeldía que me
caracteriza, la que no deja de amar con la libertad de un pensamiento que no se
apresa en la obnubilación del sentimiento, soy reservada e incomprensible,
imperfecta y obstinada, con una concepción nebulosa del amor, nada de lo que
brota de mi alma es fácil de comprender a los ojos de quien ama en la forma tan
generosa y entregada como tú lo haces.
Lo
único que puedo asegurarte, es que te
amo desde el primer día que arribaste a mi vida, eres un hombre maravilloso,
con una sensibilidad única lo que hace de ti un ser que sabe amar sin mirar a
quien y bajo que condiciones, un amigo que aconseja y sabe escuchar y dar con
acierto lo que se espera, un romántico empedernido que no supera su adicción de
amar y que ama sin pausa a pesar de los tropiezos que
encuentre a su paso. Un hombre amoroso que agota su léxico para decir te amo de
una y mil formas, un soñador que vive en el sueño eterno de las alucinaciones
incansables de amar, un hombre respetuoso que antepone el amor por encima de
cualquier pensamiento carnal del que se despoja para elevar el amor a la
categoría de una sublime y espiritual pasión. Un hombre que me pone alas de
mariposa y se pone alas de colibrí para volar junto a su amada en los jardines
del ensueño y beber de la miel y néctares del amor.
Eres
mi dulce y tierno alífero que sobrevuela mi alma esperando que mis alas posen
para quedarte a mi lado a contemplarme, con la paciencia abnegada de quien
espera a la lepidóptera traviesa que revolea sobre los jardines vecinos y tras
de quedar exhausta ni cuenta se da que su amado colibrí la espera.
Eres
y serás el hombre a quien amo y amaré con mi imperfecta y rebelde forma de
amar, sin más demostraciones que aquellas simplezas que entrego tras mi
prolongado silencio y mis inexplicables ausencias, así te amo y así te amaré,
tan diferente a ti, pero si fuéramos iguales o
similares no existiría la atracción de los opuestos, que es lo que le imprime
el mágico encanto a nuestro amor.
Laura Gil
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Muchas gracias por tu tiempo, saludos cordiales.