Acompáñame en esta
travesía
que devora el tiempo
en un suspiro
para entrar en nuestro
mar de avideces
o en la laguna blanca
que me ahoga.
Quiero remar contigo
en mis mareas
en las aguas que
bañan el antojo
que recorren las
mieles del silencio
en el instante
ansiado que provocas.
Ese momento que
transporta el tiempo
y vierte los caudales
del anhelo
en las playas que
entregan nuestros besos
cuando en sedas
asciendes a mis cumbres.
¡Cuánto deseo escondo
en mis adentros
guardado en las
laderas de mis aguas
en las corrientes
rojas de mis venas
hasta el centro del
fondo de mi pecho!
Me enloquece tu
tesoro escondido
aquel cincel de fuego que se funde
que se clava en la
boca del arrojo
al sentir ríos de luz entre quimeras.
A la orilla del mar arde esta vida
con el calor que
entrega la caricia
que irriga tus
filones y los míos
para absorber las mieles
que reposan.
Laura Gil
Un poema muy agradable y lleno de ternura que irradia tanta belleza que enamora muy sensible. Es estupendo leerte... un cordial saludo Laura María
ResponderEliminarUn poema muy sutil y hermoso. Me ha gustado muchísimo. Con una rítmica estupenda y preciosa. Eres formidable con este poema tan lleno de ternura... Saludos desde Valencia (España) de Rafael Molero Cruz
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