Esta vida respira tiempo
en cada despliegue del camino
en la alegría del momento
que discurre en el hálito vivido,
en el instante en que se prende
el sentimiento a la razón.
Pregunta la silenciosa sensatez
que vierte un respiro en soledad
¿A dónde vas?
y no hay respuesta sencilla
que cubra con buen sentido
la obstinación llena de razón.
La duda ensombrece la certeza
para encontrar la verdad,
pero aun así, no escuchamos
el discernimiento que nos entrega
la luz y nos empeñamos
en continuar sin atender a la intuición.
Transitamos el camino
por la absurda obstinación,
que oscurece nuestro juicio
bajo la sombra de la fascinación
decidimos sin presencia de la razón.
Laura Gil