SI PUDIERAS

Si pudieras oírme si mi voz te llegara

a las pleuras del alma desde donde te llamo

si a mi lado estuvieras y mi amor te abrigara

como me acompaña tu esencia al decirte que te amo.

Si pudieras mirarme y si en mi ser te miraras

y contemplaras el iris de mi alma entregada

si estuvieras conmigo y mi amor disfrutaras

como extasía el ocaso al decirte que te amo.

Si pudieras rozarme si mi piel tú tocaras

y acariciaras mi alma desde donde te mimo

si estuvieras conmigo y este amor respiraras

como respiro la brisa al decirte que te amo.

Si pudieras besarme si mis labios besaras

y si besaras mi alma, desde donde te beso

si estuvieras conmigo y con tu amor me besaras

como me besa el recuerdo al decirte que te amo.

De poder estarías como estoy yo contigo

desde el fondo del alma desde donde te siento

desde donde te beso te acaricio y te miro

fundirías conmigo porque es a ti a quien amo.

Laura Gil

TE NECESITO

Te necesito amor de mis soflamas
mi existencia te pide como al agua
el aura de tu ardor en mi se fragua
sedienta de tu afecto estoy en llamas.

Quiero sentir la lluvia de tu riego
que llegue a mí en la brisa de tu aliento
saciarme de tu ardor al cielo ruego.

Las aguas de frescura en mí las siento
como un albor de fuego en ti me pliego
arder sin tu humedad es un tormento.

Es tu cuerpo un deseo al que me afamas 
por navegar en ti como piragua
para liarte en el velo de mi enagua
queriendo eternamente si me aclamas.

Laura Gil 

EL ARQUERO DEL AMOR

Cabalgó por los caminos agrestes
recorrió el lienzo que esculpió el tiempo
sediento arribó hacia el amor negado
que lo imantaba desde las montañas.

En el misterio que envolvió la sombra 
halló los silencios que ella escondía
con la luna llena la noche ardía 
como un arquero le clavó su acero. 

El amor desbordó el agudo instante
 un blanco encontró en su cuerpo
como un héroe levantó su pecho
se miró en sus ojos y juntos murieron.

Laura Gil 

LA MEMORIA DE TU OLVIDO

Emerge la fuerza del silencio
un cincel labra la memoria
en el abismo del olvido 
que moldea en seco la dolencia. 

En la orfandad que acompaña
  el desvarío del recuerdo 
un dolor que apolilla la vida
con el eco que entrega la nostalgia.

Discurren los rocíos de silencio
que esparcen historias en su riego
esos aires sedientos de quietud
 que reflejan el frío de la ausencia.

Se recuesta mi calma disipada
 despierto en la amargura del resfrío
reviven las espinas que ciñeron
el martirio que aviva el vacío.

No llega el respiro a mi regazo
el silencio despierta a las luciérnagas 
que encienden las luces del ocaso
velando las imágenes dormidas.

Inmóvil despierto en mi aposento
con plumas de ganso en mi almohada 
 resplandece la sombra que un día
me dejó en el destello del descuido.

Laura Gil 

ESBOZOS MAGICOS

 Una mágica sensación se aviva
en el semáforo que alerta el anhelo 
con la luz que enciende la noche 
cuando cuento las horas que faltan.

Me dispongo disuadida y sin prisas
para recibir en mis destellos tus roces 
en las corrientes cercanas que arriban
 la hormigueante alegría que acoge.

En el ornato neón en que llegas
con el aura que los mares acercan
en la espuma que se esparce en la arena
 en el trazo que las aguas bordean.

Llegas a  recorrer mis caminos 
fundido entre las entrañas del mundo 
con los matices que el día entrega
navegas entre mi torrente y fluidos

Para vivir el delirio que aflora
la quimera que dormita en el sueño
donde la luna condene a las sombras
y absuelva todas estrellas del cielo.

Pintar las alboradas que activan
cantarle al confín los secretos
para hallar los encuentros del día
 en las palabras que anuncia la vida.

Quiero cumplir la utopía que tienes
de entregar las dulzuras que guardas
para el amor que mi ser bien merece
y beber el vino en hojas de parra.

Laura Gil. 

LA HISTORIA DE LO NUESTRO

Hoy recuerdo la historia de lo nuestro 

el amor y el encuentro en el café 

 la isla del ensueño y las mareas

el cerro cuesta arriba que reímos.

El abrazo al viento que entregó el día,

la noche en la estación con esa luna

sin sombras que ocultaran la sonrisa,

ese encuentro soñado que guardamos.

La poesía en tu voz grabada

la cadencia en la palabra y la fuente

las cartas de la novela inconclusa

de aquello que existió todo nos queda.

Fue de dos, solo nuestro, lo sabemos

el delirio que palpitó en el revuelo

y el día en que nació el sentimiento

cuando quedó fundido en las almas.

Se posó en nuestros poros y en las venas

todo quedó en el iris del ensueño

en los ojos del ser y en la almohada

de esta mujer que guarda tu recuerdo.

Que te ama y te saluda en su desvelo

sin importar la distancia o el olvido

un día se abrirá el baúl de aquellas cartas

y arribará a esa la isla del ensueño.

Laura Gil 

TE RECUERDO

De eternos silencios

me palpas en el aire

te acercas sigiloso

a mis pómulos lisos

me entregas tu beso 

en un respiro afable.

Me ciñes en la noche

en su luna de plata

la soledad nos cautiva

se detiene el tiempo

una corriente basta

para gozar tu sueño.

Te instalas en mi vida

te paseas danzante 

desentrañas las notas

del amado suspiro

que entregan el deseo

de tenerte tan cerca.

Se debilita la sombra

 se levanta el alba 

miro los árboles

al mirarnos se mecen

una luciérnaga canta

el orfeón responde.

Prendida en la noche

que acompaña el instante 

te imagino despierto

 canta el son del recuerdo

susurra en el aire

tu presencia en mí. 

Laura Gil 

LA SOMBRA DEL VACÍO

El dolor despierta en las manos que ahogan

se queda prendido en la pasión que declina

se resguarda en la sombra que ronda

 los pliegues de la mirada que esquiva.

Se observa en el reflejo del espejo partido

viaja en las arterias de las aguas serenas

en el aire que arrullan las espigas de trigo

se perfila en la nube del recuerdo que llega.

Se divorcia la quietud del sosiego que calma

el aura que enfría mientras el alba acuna

 la noche que abriga la mesura guardada

con las voces que el silencio se guarda.

Con ahínco brilla la esperanza ganada

 se instala el custodio que disuelve dolencias

en la muerte que aviva al disolver la mañana

ronda el vacío que la morada segmenta.

Sin sentir las tibiezas el respiro fenece

en el refugio inmóvil bajo el árbol de olivo

se perfila en el aire con la senda que duerme

y punza la herida por el olvido vivido.

Laura Gil 

LA VIDA NOS CONVIDA ( soneto)

Cuánto tiempo perdemos en la vida

en envidias y cosas que triviales

desvían de esta senda las señales

que nos traza la ruta bien servida.

Después reclamamos la suerte excluida

que arranca de los ojos los cristales

por tantos sinsabores y sus males

que arrastran por la senda de subida.

Bien decidir no es fácil eso es cierto

sin embargo intentarlo es la tarea 

que enseña la experiencia del acierto.

Los valores que el tiempo bien emplea,

lo bueno que recibo lo revierto

que el bien o el mal por igual se permea.

Laura Gil 

EN UNA TARDE

Una tarde como esta

te observé entre las sombras 

no era un día cualquiera

por el campo perdido

entre viñas y huertos. 

Venías en el camino del ocaso

en las pupilas de la vida

entre el pulcro paisaje

con destellos y brillos,

con dulzura en mis sueños. 

En las briznas del aire

te entregué mil suspiros

 una tarde llegaste

entre letras perdidas

que entregaron las notas. 

Entre canciones habidas

que tocaron arpegios

con fantasías en sueños

un sin fin de emociones

que tenía dormidas. 

Era una tarde de lunes

no un ocaso cualquiera

cuando el viento dormía

con el sol al poniente

 te forjé entre mis sueños. 

Como historia velada

en el paño del cielo

observé que soñaba

y que a mi vida llegaste

con la luna en la noche. 

Se alumbró la sombra

en el deslucir del día

cuando el sol cae dormido

y despiertan las estrellas 

con un queso encendido. 

La brisa exaltada

en el guardián del delirio

por un sueño querido

que tenía perdido,

entre rojos y azules. 

Feneció aquella tarde,

en el recuerdo que había

que tu amor era luz

en el pulso de besos 

que habitan en los labios. 

Sentí que a mi lado estabas

tan prendido cual broche

 por mi alma querido

en mis sueños hallado 

y en mi vida hasta el fin. 

Laura Gil. 

ME TIENES SIEMPRE

Si en la oscuridad no ves una luz

si tienes tu voz pero no hay quien te escuche,

si te sientes solo y no hay quien te entienda,

soy luciérnaga y me tienes contigo. 

Si llega el día y no ves sol en tu cielo,

si ves que todo obnubila el pensamiento,

si sientes que el frío recorre tu cuerpo, 

soy una idea y me tienes contigo. 

Si amas y no te sientes amado,

si siembras y no florece tu campo,

si por más que ares no germina tu arado

soy semilla y me tienes contigo. 

Si sientes que la soledad te acompaña

que el silencio no habla ni el viento te silva,

si todo se acaba y no sacas de tu ojo la astilla

soy reflejo y me tienes contigo.

Si no llega el amor y no hay quien te quiera,

está vacía tu vida no hay quien te abrace,

si no cuentas con el calor de una hoguera,

soy respiro y me tienes contigo.

Aun así, si encuentras una luz que encienda,

tienes quien te escuche y quien te entienda,

hay luz en tu pensamiento y sol en tu cielo,

hay calor en tu cuerpo y no hay frío de hielo,

Si hay flores en tu campo y eres amado,

si hay cosecha y germina tu arado,

si el viento te silva y sientes compañía,

te habla el silencio y no hay astillas en tu ojo. 

Si ves que el amor tiene quien lo quiera,

si tu vida está llena y tienes quien te abrace,

si cuentas con el calor de una hoguera,

 sigo presente y siguiendo tu luz. 

Laura Gil 

POEMA A LA MADRE

Con el amor que arrulla

y en sus manos amasa

frotan todas las angustias 

en la esperanza que alberga 

entre anhelos e ilusiones.

Fracciona la alacena
con el ahorro de las preseas

que le sobran del mercado

las amarra con listones

enlazadas entre sueños.

En la cuenta de los dedos
resta las tristezas

suma unas cuantas fortalezas

en el calculo del silencio 

y multiplica las soledades. 

Laura Gil