domingo, 6 de noviembre de 2022

SABOR A CHOCOLATE






Me llega esta vida en tibios sorbos
con la caricia que bendice la alegría,
que resuena en cántaros de barro, 
un desvelo que llama la presencia.

Para sentir la tibieza de unas manos
en la persistencia de una mirada,
ese aleteo que sabe de mis besos
con la fuerza de sus ojos en los míos.

Una pausa prohibida, un parpadeo
un amor que libera la osadía,
es la causa que lucha lo imposible
es la cordura en medio del desierto.

Es lo que soy aún sin meditarlo, 
sueño y me arriesgo en la lucha
 canto al son de mis pupilas
para endosarme a la aventura.


Laura Gil. 

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