De eternos silencios
me palpas en el aire
te acercas sigiloso
a mis pómulos lisos
me entregas tu beso
en un respiro afable.
Me ciñes en la noche
en su luna de plata
la soledad nos cautiva
se detiene el tiempo
una corriente basta
para gozar tu sueño.
Te instalas en mi vida
te paseas danzante
desentrañas las notas
del amado suspiro
que entregan el deseo
de tenerte tan cerca.
Se debilita la sombra
se levanta el alba
miro los árboles
al mirarnos se mecen
una luciérnaga canta
el orfeón responde.
Prendida en la noche
que acompaña el instante
te imagino despierto
canta el son del recuerdo
susurra en el aire
tu presencia en mí.
Laura Gil