Ungido al infinito
lejos volaba un Falco
sin rumbo, sin cobijo
sin hembra, sin abrigo,
en la celeste esfera
su jaez azulado
se unió con el espacio
implorante de un nido,
al verle su grandeza
le dije sin reparo,
!Ven, llévame en tu vuelo!
quiero alcanzar la gloria
cantar en los cantares
en humos celestiales
con la sempiterna holgura
en la pulcra nívea alba
en las alturas infinitas
en los valles y los mares
llévame, quiero amarte
encúmbreme en tus alas.
Alífero bajaste
con tu fugaz requiebro
abriste tus alones
tus bogas me arroparon
cruzamos los fanales
las chapas de los vientos
volamos sobre mares
y el golfo de los elfos,
fundidos en la noche
imbuiste en lisonjas.
Con los toques de tu valle
fondeaste entre mis aguas
en mis ocultos mares
mis sedantes bebiste
me rozaste y me amaste
entre albores y sombras
tendida entre tus henos
mis néctares tomaste
nadamos en aromas
en el prieto silencio,
Caídos en arrojo
sosegados quedamos
en cubres de mi cuerpo
dormiste en mi regazo
envuelta en tus airones
me procuraste abrigo
buscando mi cobijo
hallé yo tu resguardo
fundidos nos quedamos
de eterno amor morimos.
Laura Gil
