Un lince resplandor tienes
en ellos
fulgor que me obnubila sin
reserva
picardía que en ellos se
conserva
sutileza nativa en sus
destellos.
Un arrojo al
contemplarlos me enerva
mi cuerpo se apresura sin
recelos
resuena sinfonías en mis
cielos
jubilosos acordes mi alma
observa.
Perdurable pasión de mis
sonrojos
esplendido deleite de mi
vida,
admirable pureza me
convida.
sutil chispa que traspasa y
no oxida
cédeme la complacencia advertida.
cédeme la complacencia advertida.
Laura Gil
Hola Laura. de lo leido hasta aca, lo que mas me ha tocado este soneto, no tan perfecto como lo manda el precepto, pero soneto.
ResponderEliminarun abrazo
fernando
fernandocc32@hotmail.com